domingo, 1 de junio de 2008

Entrevista a Jose Ignacio García Martín

ENTREVISTADO: Jose Ignacio García Martín

ENTREVISTADOR: Ejco

TEMA: Literatura

ENLACE A LA ENTREVISTA: entrevista



Hoy estamos con José Ignacio García Martín. Llegamos a él a través de Julia Herrera de Salas quien nos habló de él como presentador de su libro “Gracias Alma”. José es escritor, crítico de cine y guionista. También es profesor del taller de novela del Aula de Escritores. Tras contactar con él le propusimos una entrevista y así nos respondía.

Hola José ¿Qué tal está? Le damos la bienvenida a nuestro blog y le agradecemos el hecho de compartir su tiempo con nosotros.

Gracias a vosotros por la invitación y un placer estar aquí

Primero que nada nos gustaría saber cómo empezó su andanza por el mundo de la literatura.

Bueno pues supongo que no seré demasiado original pero como todo el mundo mis andanzas en esto de escribir se remontan a la infancia. Yo desde niño siempre he sido muy aficionado a todas las disciplinas artísticas o a todo el trabajo creativo; a mi me gustaba mucho dibujar, incluso yo pensé que en el futuro me iba a dedicar a dibujar o a dibujar comics e historietas que es lo que durante mucho tiempo estuve haciendo, pero bueno luego al final lo que se impuso fue la vocación de escribir. Yo de niño ya escribía cuentos, veía una película y escribía mi versión o la dibujaba y con catorce años gané un concurso de historia corta en el instituto y yo creo que esa fue la primera señal o el primer aviso de que quizá ahí había algo que en el futuro me podía dar más satisfacciones y que incluso podría convertirlo en una profesión. Luego, después también hubo algún otro premio, concretamente uno de teatro también en el instituto y bueno yo creo que en ese par de años ganar dos concursos literarios tan seguidos me dio ya la confianza y la confirmación de que ahí ya había algo que era más que una vocación y que merecía la pena convertirlo en una profesión o por lo menos en una actividad que te acompañara siempre. Mi lema en esto es que no se si algún día viviré de escribir pero de lo que estoy seguro es de que me moriré escribiendo y yo creo que es la mejor forma de describirlo.

¿Cuáles son sus temáticas favoritas?

Mis temáticas preferidas tienen que ver con lo que me es más cercano, con el mundo que yo conozco, con la vida cotidiana. La mayoría de las historias que he escrito están ambientadas en la época contemporánea y protagonizadas por personajes que podían ser nuestro vecino, nuestro amigo, nuestro compañero, nuestro conocido, nuestro familiar o nosotros mismos. Me interesa sobre todo hablar de sentimientos, de ideas de emociones, de sensaciones, de comportamientos. Me centro fundamentalmente en el elemento humano, en el factor humano de la historia, no tanto en el escenario, no me interesa tanto, pues eso, la épica o la aventura o los escenarios espectaculares, suelo centrarme más en la parte humana, sentimental, emocional y hasta ahora esa ha sido casi la materia prima, principal, de lo que he escrito, eso no quiere decir que en el futuro no pueda evolucionar hacia otros temas o intentar otros géneros u otras temáticas que de hecho ya en alguna ocasión lo he intentado y lo he hecho, pero principalmente investigar sobre el ser humano, sobre nuestro comportamiento, sobre por qué a veces nos comportamos de una determinada manera y desafiar también, de alguna forma, eso tan sobre valorado que es la sabiduría popular o el sentido común todas estas palabras que a veces tratamos como si fueran verdades absolutas, ciencias exactas y luego a la hora de fabular o de poder permitirte deformar la realidad a través de la literatura te das cuenta de que hay infinitas posibilidades y por qué no pudieran ser aplicables a la vida real. Entonces me interesa mucho eso, el tratar con elementos que son reconocibles, que son verídicos que son aplicables a la vida de cualquier persona pero a la vez intentar abrir puertas o darle respuestas al lector que a lo mejor nunca se hubiera planteado.

¿Qué significó para usted publicar su primer libro?

Pues en primer lugar, desde un punto de vista práctico, el publicar el primer libro es algo así como sacarse el permiso para poder decir abiertamente que eres escritor. Esto no es broma, porque en otras profesiones no ocurre. Todos conocemos a gente que ha estudiado medicina o física o arquitectura o informática o derecho y a lo mejor tienen que trabajar en un bar sirviendo cañas o cafés o en una tienda despachando o en una taquilla de un cine porque no han encontrado un trabajo asociado a esos estudios o a esa formación. Sin embargo, al escritor no basta con que uno ejerza o con que uno se haya formado o con que uno se haya entrenado y lleve escribiendo toda la vida. El escritor necesita una prueba material, una evidencia palpable de su profesión, y esa no es otra que el libro. En este caso el libro hace como digo de permiso, de pasaporte, de salvoconducto para que en las conversaciones normales o cuando una persona te pregunta a qué te dedicas o más concretamente ¿qué eres? O ¿cuál es tu profesión? Puedas decir que eres escritor porque si no aportas el libro la percepción de la escritura que van a tener los demás a raíz de tu respuestas es que bueno, es un hobby como coleccionar sellos o salir a dar una vuelta por ahí y tomarte unas copas cuando a lo mejor, realmente, tú lo estás sintiendo como algo más, como la actividad a la que deseas dedicarte en tu vida. Entonces desde ese punto de vista la publicación del libro es quitarte de entrada un peso de encima enorme, es abrirte un montón de puertas porque tu ya puedes ir diciendo sin ningún tipo de tapujos que eres escritor y tienes ahí la prueba material para demostrarlo. Luego, por supuesto, está la parte más íntima, más bonita de realización personal, de ver materializado un sueño, de ver el primer día tu libro en un escaparate, por ejemplo, es una sensación irrepetible seguramente porque ya sabes que habrá más libros o lo intuyes pero seguramente esa primera vez como otras tantas primeras veces que hay en la vida asociadas a otras experiencias las puede haber mejores en un futuro pero seguramente no tendremos esa misma sensación o no la viviremos con el mismo sentimiento que la hemos vivido la primera vez. Así que básicamente eso es lo que ha significado, lo que significó para mí en su día publicar mi primer libro.

¿Cree que la literatura sigue latente en la sociedad actual o que, por el contrario, no se le da tanta importancia como debiera tener?

Yo no creo que sea la literatura lo que ha perdido importancia sino más bien la lectura. De hecho estoy convencido de que la literatura sigue gozando de todo el prestigio, de toda la admiración por parte del público pero lo que sí realmente ha perdido el público, al menos, aparentemente es el interés por la lectura, la afición a leer y este quizá sea el principal problema. En este problema toda la responsabilidad no es del público, que es lo fácil, echarle la culpa a la gente porque no lee. Tal vez el propio entorno literario en ese afán de dar importancia a la literatura, pues a lo mejor, en lugar de seducir al público, lo que está haciendo es espantarle o alejarle. Quiero decir con esto que, a lo mejor, no es importancia la palabra sino que lo que hay que hacer es acercar la literatura, quitarle importancia pero que gane en accesibilidad o que gane en cercanía a la gente. Hay un libro muy interesante, un ensayo de Gabriel Penac que además es muy ameno y muy entretenido de leer, se llama “Como una novela” y en este libro habla precisamente de esto, de que a veces los padres cuando quieren educar a sus hijos y se interecen en fomentar los libros y que aparte de los videojuegos, los balones y los futbolines y las máquinas y el parque y todo lo demás, pues que también le presten atención a los libros. Pues en ese afán, resulta que acaban consiguiendo el efecto contrario, porque se da muy a menudo la situación de que un padre le diga a su hijo si lees una hora o vete una hora a leer a tu cuarto luego te dejo ir a jugar al balón. Con esto está consiguiendo que jugar al balón sea un premio por leer, lo cual significa al mismo tiempo que leer, pasa a formar parte de ese grupo de actividades como, lavarse las manos, ordenar tu cuarto, hacer los deberes, y no debería ser así porque el libro debería estar en la otra parte, donde está el balón, donde está la máquina y la tele, y a lo mejor no se trata de querer dar más importancia a la literatura que yo creo que todo el mundo sabe lo importante que es la literatura o cualquier actividad cultural. A lo mejor es bueno empezar a emplear recursos o amoldarse a las necesidades de los tiempos que vivimos para que la literatura se acerque más al pueblo. Quizá esté ahí la clave, pero claro es muy fácil decirlo pero conseguirlo ya no es tan sencillo.

Ser escritor no consiste solo en publicar un libro o firmar un ejemplar ¿qué es para usted ser escritor, qué conlleva?

Lo primero disciplina de trabajo, esto ya se que queda poco poético, poco glamuroso, porque es más bonita la figura de las musas que es una forma bellísima de describir el oficio. Pero, en la realidad, en la práctica, requiere como cualquier otro trabajo disciplina, constancia, entonces en este caso la musa ya no es un ser sobrenatural que viene a buscarte y cae rendida a tus encantos sino que es más bien una mujer a la que tú tienes que seducir a la que tú tienes que encandilar a la que tu te tienes que ligar para que te elija a ti y no a otra persona. Entonces, fundamentalmente, es un trabajo de constancia como puede ser el trabajo de la seducción y de creer en uno mismo claro, porque yo creo que una cosa va unida a la otra, a la propia creencia en tus posibilidades. El hecho de que tú confíes plenamente en la historia que estás escribiendo te va a dar fuerzas para que seas constante, y luego conseguir la disciplina, cosa que a veces es difícil porque tienes otras cosas que hacer y la literatura por desgracia no es la única actividad a la que te dedicas y hay que sacar tiempo de donde sea pero, bueno, es importante tener un no se si un sistema de trabajo porque yo no lo tengo pero también te mentiría si te dijera que todos los días no es cribo y aquí está un poco quizá el siguiente elemento que le caracteriza a uno, y es que estás siempre escribiendo aunque no estés efectuando el ejercicio material de la literatura, aunque no estés con el bolígrafo y con el papel o tecleando en el ordenador o en la máquina de escribir. Hay un proceso como de creación constante y espontánea que una vez se te dispara ya no lo puedes parar aunque quieras e inconscientemente siempre está ahí la idea que tú has desarrollado o que tú has empezado a desarrollar o tu mecanismo de creación está siempre ahí funcionando y trabajando las 24 horas. Esto además es incontrolable y tu puedes pensar que puedes evadirte de ello y que te puedes concentrar siempre pero hay veces que no, incluso basta que estés en un contexto o en un lugar en el que tienes que poner tus cinco sentidos y prestar la máxima atención para que a lo mejor en ese momento te surja una idea que te seduzca tanto que te encandile tanto y el miedo a perderla, el miedo a que después se te olvide, hace que sea más fuerte eso que tú tienes en mente que a lo mejor lo que tienes delante que es a lo que le tienes que prestar atención. O sea, que da igual que estés en un funeral, en una boda, en una fiesta si la idea viene a la cabeza en el momento y tú piensas que es buena, es muy difícil deshacerse de ella y sustraerse a las circunstancias. Una vez me preguntaron hablando sobre esto que qué métodos tenía yo para registrar las ideas o si iba siempre por ahí con un cuaderno o un bolígrafo o un cacharrito de estos que a veces sale en las películas, por ejemplo, y que a mí me parece horrible porque me da mucha vergüenza o me daría mucha vergüenza sacar una pequeña grabadora en un bar o en mitad de la calle o en un autobús y empezar a decir aquello de “idea para una novela” y empezar ahí a largar. A mí esto me da mucho corte, entonces empiezas a desarrollar métodos propios sistemas de emergencias para cuando te asalta una idea y no puedes escribirla y si no llevas papel y boli encima. Una de ellas puede ser, por ejemplo, el teléfono móvil. Yo he descubierto que la opción de enviar sms te permite escribir uno y guardarlo como un borrador, no tienes por qué enviarlo, entonces en esos borradores de sms yo más de una vez he apuntado ideas o retazos simples, apuntes de ideas que luego he desarrollado cuando he llegado a casa en el ordenador .También está aunque suene raro este tipo de establecimientos, los despachos de quinielas o donde se hacen quinielas o las loterías, primitivas. Esto es un paraíso porque tu entras allí, aquello está lleno de papeles, de bolígrafos y nadie te dice nada, tu puedes entrar allí coger tu boli, tú papel, hacer que estás llenando un boleto de una quiniela o de una primitiva y sin embargo estar apuntando una idea que se te ha ocurrido. Esto también, en cuanto a tu presupuesto pues también ayuda bastante porque si no tienes que estar entrando en los bares y pidiendo un café o una caña y con la excusa pedirle un bolígrafo al señor y en la servilleta del bar apuntar, y eso, bueno si ya te has tomado tres cafés o cuatro o cinco cañas en el día pues mira no tienes que hacer el gasto y puedes entrar en el despacho de las quinielas y hacerlo gratuitamente pero bueno al fin y al cabo a parte de estas historias puramente anecdóticas lo principal como apuntaba hace un momentito es que la creatividad surge espontáneamente en qué es algo que tu no controlas y que eso es finalmente la mayor evidencia de que hay un escritor, de que hay un creador ahí y que no lo vas a poder parar.

Hemos escogido una de sus obras, cuyo título despierta nuestra atención “Pantanos de la cordura” ¿puede hablarnos de este libro?

Pantanos de la cordura es el primer libro que publiqué. Es un libro de relatos, de 13 cuentos distintos. Al ser mi primer libro yo lo que quise hacer fue una recopilación que pudiera mostrar más o menos una idea global aproximada de cual era mi seña de identidad como autor , tanto desde un punto de vista estilístico formal como desde el punto de vista de las temáticas o de los asuntos que a mí me gusta tratar cuando escribo. Creo que en ese sentido, es un libro bastante compensado porque creo que hay de todo. Hay variedad de tonos, de registro, de argumentos, de recursos, y lo titulé así porque curiosamente una vez que tuve hecha la recopilación, que ya tuve seguros los trece relatos que había elegido para el libro, me di cuenta de que todos los protagonistas de los distintos cuentos tenían un denominador común y ese denominador común pasaba porque ninguno de ellos era un loco o una persona que patológicamente o clínicamente se pudiera tildar de demente o de enfermo mental, pero sí que es verdad que por otro lado como cuerdos no eran ningún ejemplo, entonces se me ocurrió pensar en la idea de que utilizamos la locura quizá a menudo como chivo espiatorio como excusa para justificar nuestros defectos y a veces decimos “ese señor está loco” o “es obra de un loco” por el simple hecho de que no nos identificamos con lo que esa persona hace pero lo cierto es que la mayoría de las cosas, de lo que normalmente en la vida cotidiana llamamos locura, por suerte o por desgracia, las comenten personas cuerdas. Entonces quizá, en lugar de hablar de locura tan alegremente deberíamos pensar en las enfermedades o en los defectos de la cordura y me parecía que era un buen título para el libro y que era una buena forma de expresar con una frase o con un titular lo que era el contenido general del libro y quizá en el fondo todo lo que escribo entra un poco en esa categoría así que si tuviera que poner un título ya no solo a ese primer libro sino a todo lo que he escrito desde que empecé quizá podía ser este también.

Las nuevas tecnologías están haciendo que los escritores puedan presentar sus obras a través de Internet mediante una grabación ¿qué opina de estas iniciativas?

A mi me parece genial que internet pueda servir para fomentar la literatura o para que los autores de libros nos podamos promocionar porque a mi me da mucha rabia que se utilice internet a menudo al igual que la televisión como enemigo o como argumento o como excusa para justificar el hecho de que se lee poco o de que se pierde la afición a la lectura. Yo creo que internet tiene que ser un aliado, las nuevas tecnologías en general tienen que aliarse entre sí y que complementarse. Internet me parece un medio fabuloso y con unas posibilidades incalculables de poder promocionar cualquier tipo de obra, ya sea literaria, cinematográfica, musical, pictórica o del tipo que sea. Entonces es absurdo pensar que los distintos medios de comunicación puedan ser enemigos. A mí lo único que con lo que no estoy demasiado de acuerdo y si que oigo por ahí es el hecho de que las tecnologías puedan reemplazar al libro tradicional, creo que una cosa es complementarse, una cosa es ayudarse o compartir recursos unos medios con otros, y otra cosa es que un medio tenga que reemplazar por fuerza a otro ¿por qué? Si a mi me gusta leer, me gusta oír música y me gusta ver cine y me gusta mirar páginas webs por qué tengo que quedarme solo con una opción, por qué no puedo seguir conservando todas ¿no? Entonces no entiendo demasiado esa idea apocalíptica de que el libro va a desaparece absorbido por las nuevas tecnologías. El libro si desaparece desaparecerá porque la gente no quiera leer pero el que quiera seguir leyendo una novela, una obra de ficción, seguirá yéndose al libro como objeto porque el propio uso, el propio tacto y el propio olfato en un libro es insustituible. Entonces internet como medio está muy bien como medio para promocionar, para apoyar, e incluso para ampliar información para documentar pero no, no exactamente para reemplazar al libro, yo no lo veo así.

Ahora mismo es profesor de un taller de novela, ¿cuál es la base para alguien que quiere escribir una novela?

La base fundamental es tener una buena historia, estar convencidos de que hay una buena historia que tiene que ser contada y además que esa historia una vez que empezamos a trabajar, y empezamos a escribir y a avanzar en la novela que esa historia no se diluya ni pierda interés, ni pierda consistencia sino que se mantenga su razón de ser y el motivo por el cual pensábamos que debía ser contada, que se mantenga de principio a fin aunque el argumento o el desarrollo de la novela o la forma de contarla vaya cambiando a medida que trabajamos porque eso también puede pasar ¿no? La propia novela te sorprende a ti mismo aunque tu partas de una idea preconcebida muy clara, pero lo fundamental es que esa historia que nosotros hemos considerado importante, interesante y digna de ser contada mantenga esa facultad o esa virtud durante todo el proceso. En el momento en que nosotros veamos que no creemos en la historia lo mejor es que abandonemos porque la novela no tendrá sentido. Aparte es que el lector de novela quiere eso, normalmente, el lector de novela quiere que le cuenten una historia. Si hablamos de otros géneros, quizá ahí hay quizá otro tipo de recursos posibles u otra libertad creativa, en un poema basta con expresar una simple emoción, un pensamiento, un sentimiento, un poema puede ser simplemente un símbolo pero el lector de novela quiere una historia y es lo principal que tenemos que tener porque es un trabajo muy duro, es un trabajo que va a requerir mucho esfuerzo, mucha dedicación, mucha disciplina y mucha constancia y si no creemos en la historia al final esa mala historia nos acabará devorando y habremos trabajado en vano. Así que lo más importante yo creo que es esto confiar en que hay una buena historia y nada, pues atreverse con ella.

En su opinión, ¿qué tres ingredientes debería tener una buena novela?

Un ingrediente para mí serían los personajes. Personajes atractivos, personajes que me llamen la atención que despierten mi interés, mi curiosidad. Personajes atractivos, por supuesto, no significa especialmente que tengan que ser héroes o personas con las que yo me sienta identificado sino simplemente que sean como sean, sean héroes o villanos, sean personajes que despierten mi curiosidad o mi interés, que en todo momento se comporten de una forma que me transmita algo, que me transmita una emoción o una inquietud o las ganas de saber que les va a ocurrir, de saber cual va a ser su destino en la novela. Esa verosimilitud del personaje o del comportamiento del personaje para mí es un ingrediente que está por encima de otros muchos que pueden ser igualmente importantes como puede ser el contexto espacial o histórico o el trasfondo intelectual o cultural pero ya digo por encima de todo para mí están los personajes y quizá sea el punto de referencia que yo identifique a la hora de engancharme definitivamente a una novela.

Después de los personajes otro ingrediente fundamental sería el equilibrio, es algo muy difícil de conseguir porque incluso novelas que uno reconoce como buenas, como magníficas que te han encantado también al mismo tiempo recuerdas que pueden tener baches o lagunas o momentos en los que el ritmo decae y la novela en general no está equilibrada o no está compensada. Conseguir ese equilibrio, que durante todo el tiempo la novela mantenga esas constantes que la hacen interesante, es tan sumamente difícil que por eso cuando aparece, cuando contiene ese ingrediente el libro, pasa directamente a ser uno de tus títulos incondicionales. Y bueno, como tercer ingrediente, aunque esta sea una opinión muy personal, a mí me gusta que los libros tengan capacidad de sorpresa, que una novela o que la historia que contiene una novela tenga la capacidad de sorprender, que contenga el mecanismo de la intriga, de la incertidumbre, del suspense aunque no necesariamente tenga que ser una obra de ese género, por supuesto. No me refiero solo a una novela negra, a una novela policiaca. El mecanismo de intriga o la capacidad de sorpresa es algo aplicable a cualquier género y a cualquier tipo de historia. En una historia de amor, por ejemplo, o en una historia dramática de cualquier tipo, el hecho de que tú, cada vez que pasas una página, no sepas lo que va a haber en la siguiente, pues ya es un motivo suficiente para seguir leyendo para motivarte a leer hasta el final y a mi me gusta que me sorprendan y no me gusta ser más listo que el autor, no me gusta adivinarle las intenciones ni saber como va a acabar la historia. Yo prefiero que me vaya sorprendiendo, y bueno, yo creo que con estos tres ingredientes, hay muchos otros igualmente importantes pero con unos personajes atractivos, con un equilibrio y con una capacidad de sorpresa, la novela ya tiene mucho ganado de cara a seducir al lector.

Entre las actividades literarias hay algunas como presentaciones, firma de ejemplares, discursos, talleres etc., ¿cuál de ellas cree que es más importante para un escritor?

Pues yo te diría que a parte de todas estas actividades que has nombrado, que es verdad que son importantes y que ayudan sobre todo a los escritores que somos poco conocidos y que estamos empezando en esto, nos ayudan mucho las presentaciones porque ahí vamos a reunir en torno a nuestra obra a un número de personas que rara vez vamos a poder aunar de nuevo en torno a algo nuestro y bueno son pequeños pasitos que vas dando de cara a promocionarte más allá de tu círculo cercano pero yo creo que en términos generales lo más importante para un autor, no es tanto esas actividades presénciales, por decirlo de algún modo o aquellas en que uno está físicamente presente o de cara a un público sino sobre todo aquellas en que el libro, tú libro, es el protagonista, es decir, en los escaparates, en los sitios de privilegio en las tiendas, que entres a un vagón de metro y de cada diez viajeros, tres, cuatro, dos o como mínimo uno, veas que va leyendo ese libro, es lo opuesto a lo que le sucedería a un actor o a un presentador de televisión o a un cantante o a un futbolista. Para nosotros, aunque suene paradójico, es que el autor, la persona no tenga que ser la protagonista sino que sea el libro, que sea la obra, que sea el objeto que cuanta mayor presencia tenga el objeto, mejor, más vamos a disfrutar nosotros del placer de que esa obra nuestra ha llegado a más gente. Quizá si tú tienes que aparecer mucho y tienes que moverte mucho y desarrollar un montón de actividades paralelas alrededor del libro, a lo mejor, ese es un síntoma de que precisamente el libro por sí solo no tiene la fuerza suficiente y necesita el apoyo promocional. Por supuesto que hay de todo y que no se puede generalizar y que estamos hablando de un nivel que es como el mío, que es de principiante pero yo creo que al final, a lo que puede aspirar uno es a eso a que sea su obra la protagonista, por encima de la persona del autor.

¿Hay que tener una edad precisa para escribir un libro?

No necesariamente, yo no hablaría tanto de edad como de experiencia. Lo que sí que hay que tener es una mínima experiencia para que la historia sea mínimamente consistente. Mi caso ya os lo he comentado antes, yo de niño ya escribía pero lo que yo escribía de niño estaba lleno de ingenuidad, quizá rebozaba talento, a lo mejor más que ahora u originalidad o creatividad pero le faltaba la sustancia de la experiencia vital que yo creo que es fundamental. Entonces no es que haya edad para escribir un libro pero si que es verdad que a partir de cierta edad uno se puede enfrentar mejor al hecho de escribir un libro. Primero por la experiencia acumulada y luego porque quizá con los años se le quitan a uno ciertos pudores o ciertos prejucios o ciertos miedos, que a lo mejor cuando eres jovencito tienes ¿no? Pues yo ahora me encuentro en una edad, que tengo 39 años, creo que estoy en una edad idónea para escribir.

¿Cuál ha sido su trayectoria literaria hasta el momento? ¿Tiene algún proyecto futuro que nos pueda desvelar?

Pues hasta ahora son tres libros los que he publicado así que, casi más que de trayectoria deberíamos hablar de trayecto con todo el futuro, por supuesto que espero que haya por delante. Tres libros, el primero fue el que ya hemos mencionado, pantanos de la cordura, un libro de relatos, después hice una novela infantil que se titula el fantasma de Burabia, y a finales del año pasado publiqué Bolero envenenado que es mi primera novela con la editorial hijos de lule con quienes ya había publicado también un relato que me habían incluido en un libro de varios autores, una antología colectiva que se llama “Sobras completas”. Así que hasta ahora mi trayectoria en cuanto a obra publicadas es esa. Por supuesto, que no hay que olvidar esos primeros tiempos, esos primeros destellos infantiles que hemos comentado al principio de la entrevista porque yo creo que ahí también hay una prueba del inicio de la trayectoria ¿no? No es solo lo que se publica sino también todo lo que se hay antes y que deriva en los libros que después todos veis o podeís leer. En cuanto a proyecto de futuro, hombre, lo que puedo desvelar es que será una novela que es lo próximo que me gustaría publicar, una novela, podríamos decir que es una especie de novela negra ambientada en el mundo de los medios de comunicación. Supone un cambio ligero respecto a mi novela anterior, a bolero envenenado, a que esta es una obra con un protagonismo más colectivo no está centrada en un único personaje, hay más, hay cuatro o cinco protagonistas como mínimo y es una obra menos sórdida, menos oscura, menos siniestra aunque mantiene algunos de los rasgos, señas de identidad que yo creo que son inseparables de mi forma de escribir que es por ejemplo la ironía y el hecho de contemplar la vida cotidiana o cosas que son muy contemporáneas con un punto de vista sarcástico, por así decirlo ¿no? Básicamente eso es lo que puedo adelantar porque tampoco se puede desvelar demasiado, no tanto porque alguien me copie las ideas y todo eso sino porque hasta que uno no termina de revisar y de releer por última y por penúltima vez el libro y no está publicada ya una versión definitiva pues yo creo que es mejor no adelantar mucho porque si una manía tenemos los autores de todo tipo es que cada vez que revisamos lo que hemos hecho nos gusta cambiarlo, entonces bueno, salvo estas ideas que os he adelantado pues mejor no ahondar mucho más en lo que será. Yo lo únicoespero que la obra a lo largo de los próximos meses vaya cobrando forma y que en breve pueda estar por las librerías y que la gente la pueda leer.

Y para terminar, ¿quiere comentar algo que no le hayamos preguntado o que desee destacar?

Bueno pues lo primero, daros las gracias otra vez por este buen rato que hemos pasado aquí charlando y después aprovechando que estamos en este medio que la gente que nos escucha está conectada a internet pues insistir en el hecho de que internet es un medio fabuloso para complementar nuestra actividad como escritores y que jamás debemos verlo como un enemigo ni como una alternativa que anule la posibilidad de poder dedicarte a otras cosas como puede ser la lectura. Yo creo que este tipo de páginas como la que tenéis vosotros y el hecho de que haya por ahí muchísimos autores y personas con inquietudes literarias o con ganas de escribir, que tengan sus páginas web y sus blogs y demás ayuda a fomentar la lectura aunque creamos que no, aunque el medio, aunque el soporte sea otro de alguna manera fomenta el hecho de que se escriba de que la letra escrita o la letra impresa no desaparezca como parecen presumir los más agoreros. Lo principal es esto ¿no? Que internet empiece a verse con la importancia que realmente tiene respecto al hábito de leer y ahí también quiero aprovechar para, no para echar broncas ni nada de esto, porque yo no soy nadie para eso sino para reivindicar un poco algo que yo procuro hacer en mi blog personal. Mi blog se llama el último peatón y ahí, pues aparte de poner escritos de todo tipo y de hacer un repaso, normalmente, a temas de actualidad o temas de preocupación o de interés humano en general también procuro que sea un lugar dentro de este espacio enorme e incontrolable que es internet donde el lenguaje se trate con cariño, con rigor y con respeto, que es algo que quizá yo creo que es el principal punto débil que tiene la red, que tiene internet, que es que el hecho de que quepa todo de que cualquiera pueda escribir hace que te encuentres con determinadas páginas que directamente hacen daño a la vista que maltratan el lenguaje y que pueden crear un mal hábito respecto a los lectores exclusivos de internet. Yo por supuesto recomendaría que se lean libros, y que se lea ficción, que se lean a los clásicos de toda la vida y a los autores contemporáneos pero que se lea en el objeto, en el soporte del libro, pero que también entiendo que haya mucha gente que su medio principal para leer lo que sea, sea internet. Entonces por eso creo que deberíamos concienciarnos más de que internet es un medio que está al alcance de todo el mundo y que por tanto, los malos hábitos que incluyamos en él pueden copiarse o pueden incluso extenderse. Y, en este sentido, yo creo que por desgracia hay muchísimas páginas que no respetan el lenguaje o que lo toman a la ligera o que simplemente por puro desconocimiento no lo tratan como requiere. Así que desde aquí hago mi humilde llamamiento a todos los internautas, a todos los propietarios de blogs, de páginas web en general para que cuiden el lenguaje y para que piensen o reflexionen sobre que a lo mejor el futuro, si es verdad que el libro físico desaparece, en el futuro todo lo que se lea se leerá por internet y que entonces será el único medio para tratar bien el lenguaje y para que la gente se enganche y para que la gente disfrute leyendo, entonces hombre, vamos a respetarlo. Y bueno por mi parte nada más, agradeceros de nuevo este buen momento que hemos pasado aquí y nada hasta la próxima.

Muchísimas gracias, ha sido un honor tenerle con nosotros hoy, esperamos que usted haya disfrutado tanto como nosotros. Esperamos poder continuar en contacto y seguir de cerca su trayectoria.

También le queremos agradecer el envío de su libro el cual estamos leyendo con mucho interés.

Y a ustedes, queridos lectores, les recomendamos que visiten la página de José Ignacio donde, sin duda, le conocerán un poquito mejor. Tomen nota

http://elultimopeaton.blogspot.com/

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